lunes, 29 de junio de 2009
Francisco Gachet opina sobre Honduras.
Sin intenciones de refutar las ideas de nuestro compañero Fernando acerca del golpe de estado militar hondureño, estas breves palabras solo intentarán profundizar un poco acerca de la situación actual de Honduras, releyendo parte de su dura pero común historia como país centroamericano.
Algo peculiar de la política hondureña es que, como en otros países latinoamericanos que han sufrido de la audacia y violencia de regímenes dictatoriales, la ciudadanía ha tenido únicamente dos alternativas políticas que han delineado el progreso social y económico de esta nación: el Partido Liberal (al cual Zelaya pertenece, e irónicamente Micheletti-ex presidente del congreso hondureño- también) y el Partido Nacional (también conocido como industria bananera o United Fruit Company/Brands).
Las dictaduras en Honduras comienzan con el general Tiburcio Carías Andino (1933-1949) y se intensifican con el primer golpe de estado de Oswaldo López Arellano (1965-1974) responsable de la famosa guerra del fútbol en 1969 (irónico nombre que se dio a una guerra provocada por la explotación de campesinos salvadoreños que, sin acceso alguno a tierra en su país, migraron masivamente a Honduras de donde también fueron expulsados de regreso a una tierra que no lo quería).
Posteriormente, en 1974, otro golpe de estado militar proclama a Policarpo Paz García como “presidente de Honduras”, para que en 1980 aparezcan los primeros destellos de democracia en este azotado país centroamericano. Lamentablemente las urnas, como lo explica el Tobi, no aseguran la democracia en ningún país: en estas elecciones aparece triunfante el gobierno de Roberto Suazo Córdova que permitió, entre otras cosas, la transformación de Honduras en una base militar estadounidense cuya finalidad era intervenir directamente contra la revolución Sandinista en el vecino país de Nicaragua que, para esas épocas, ya consiguió derrocar a la dictadura de Somoza y alumbró a toda una región con esperanzas de progreso democrático.
Y de ahí, hasta ahora, la ciudadanía hondureña ha luchado por mantener una democracia a veces ilusoria pero con importantes progresos: en los 90 el partido liberal logra abolir el servicio militar obligatorio y reduce sustancialmente el poder militar, y más recientemente en el período presidencial de Zelaya se consiguió estabilizar precios, se logra una condonación de aproximadamente 1400 millones de United States Dolar por parte del BID, hubo un fuerte interés en la integración latinoamericana y se trató de cambiar la perspectiva de las duras y discriminantes políticas usadas por el ex presidente hondureño Ricardo Maduro para tratar la problemática centroamericana de grupos pandilleros.
Y llegamos, pues, a un momento en donde la historia parecería repetirse, donde el poder militar y económico, una vez más, intentan (y logran) sublevarse al clamor popular latinoamericano. No sabemos aún, y no me atrevo a vaticinar, cómo terminará este duro pero repetido episodio de la política centroamericana. Sin embargo no creo que la historia se pueda repetir, menos aún cuando sabemos que nuestro continente se encuentra en un proceso de transformación sin precedentes. Por fin podemos responder a un cuestionamiento planteado por un buen amigo nuestro, al cual deberíamos estar siempre agradecidos por sus inspiradoras ideas: América por fin respondió! ya no es tan joven como solía ser!
Te Estoy buscando América y temo no encontrarte.
Tus huellas se han perdido entre la oscuridad.
Te Estoy llamando América pero no me responde.
La han desaparecido los que temen la verdad.
Envueltos entre sombras, negamos lo que es cierto:
mientras no haya justicia, jamás tendremos paz.
Viviendo dictaduras, te busco y no te encuentro.
Tu torturado cuerpo no saben dónde está.
Te han secuestrado América, y amordazado tu boca,
y a nosotros nos toca ponerte en libertad.
Te estoy llamando, América. Nuestro futuro espera.
Antes que se nos muera, ayúdenme a buscar.
Te estoy buscando América, te estoy llamando América.
Rubén Blades (y los 6 del solar)
Para mayor información sobre la historia hondureña y centroamericana visiten wikipedia.
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