sábado, 30 de mayo de 2009

Los fulanos nunca mueren


En las noticias lo acusaron de haber muerto a sus 88 años. En su funeral instalaron una alfombra roja como si en cualquier momento fuera a llegar Brad Pitt. Lo esperaron hasta altas horas pero no llegó. Le tallaron un sarcófago exageradamente grande para su tamaño. Mario Benedetti era un tipo más bien de corta estatura, como pequeño es el país donde nació, a donde dijeron que volvió para morir como si en verdad pudiera morirse ese fulano. Ese fulano que le cantó, sobretodo, a la vida o, mejor dicho, cantó con la vida, subida, como un lorito, en su espalda.
La poesía es un milagro, es como una lluvia que cae lentamente en el desierto. Nos llueve sobre la cara y nos inunda, casi que nos ahoga y luego, cuando se encharca en las calles, o en la tierra, y se convierte en un estanque personal, nos da la oportunidad de enfrentarnos a nuestro reflejo, de mirarnos bien adentro, de tratar de pescar el alma que nada despavorida. Benedetti bajó en el aguacero, o mejor aún, es ese aguacero, que nos rocía la cara de las bondades del cielo, de su tacto de nube, de alto y suave viento. Yo nunca lo vi en persona, ni siquiera estuve cerca de hacerlo, tampoco sé como hubiera reaccionado, qué le hubiera dicho si hubiera tenido esa oportunidad. Hubiera bastado con sentirme rodeado de su voz, de su voz ronca y acogedora, tocada por los dioses, cantor de la divinidad, que es humanidad, que somos nosotros los fulanos, menganas y hasta los canallas de los zutanos.
Cuando Pablo Neruda escribió su Canto General estábamos seguros de que la gente de nuestra Patria Grande por fin tenía su himno. Pablo Neruda fue capaz de traducir en verso lo que nuestra gente gritaba en silencio. Neruda canta el himno de los perdedores de la historia, Benedetti, canta con nosotros. Nosotros que somos humildes perdedores, pero al mismo tiempo, déspotas ganadores, que podemos simultáneamente ser hambrientos lectores de poesía y consumidores obesos de nuevas ediciones. Aquí en esta tierra, donde estamos desmembrados dentro de nosotros mismos, es a donde baja el gran Benedetti, baja porque sabe que no escribe para la gente, sino con la gente, para los otros fulanos que somos nosotros.
No pretendo con este texto (el primero de este espacio) resumir la vida de Benedetti, o hacer algo así como una reseña, de su vida, obra y de su supuesta muerte. Le pretensión de este cuerpo “textuado” es la de ejecutar un humilde homenaje desde este espacio que pretende por lo menos reunir a los amigos dispersos en la ciudad o en el mundo. Muchas veces nuestras conversaciones contaron con la presencia del poeta, como que nos iba susurrando, hecho el gil, muchos de sus versos. Algunos de esos se han convertido, con el tiempo, en conjuro de batalla, en grito de rabia o en simple palabra de amor. Los versos de Benedetti se instalaron ya en mi sangre, están encendidos en mi boca. A dónde no me ha acompañado un verso de Benedetti, cuántas veces comparé mi vida con la de sus cuentos o su tregua y hoy, en este humilde texto, me sigue acompañando porque sigue vivo.
Los fulanos nunca mueren porque son memoria en sí misma. No mueren porque viven en la piel de la utopía, son la piel de la utopía. El tiempo, para atrás y para adelante, son uno solo, quién me puede convencer a mí de que Benedetti murió algún domingo del 2009. Quien lo dijo, no lo sé, y creo que en el fondo no me importa. Lo importante acá es hablar de la vida de Benedetti, que es su poesía (los otros géneros también por supuesto) y por eso propongo que aquellos que tengan que decir algo al respecto o recordar un verso, una frase, una entrevista, un video, etc., utilicen este lugar para hacerlo. Hay una idea por ahí en que sería lindo abrir un lugar público para leer en voz alta algunos de sus poemas o sus cuentos, sería interesante saber que se opina al respecto.

Vuelven las temibles "Locas"

Hace 5 años, más o menos, los de la leva 86 de "Las Locas" acabábamos de graduarnos del colegio y nos disponíamos a enfrentar una vida distinta, que nos iba a arrojar a cada quien en distintos caminos. Por eso surgió la necesidad de encontrar un espacio en donde podamos encontrarnos y resultado de eso se inauguró una página web que todavía sobrevive en este interminable mundo electrónico. El Ricardo fue quien, haciendo gala de sus conocimientos en el campo de la informática, construyó este recurso electrónico en donde se publicó un génesis de las llamadas "Locas" y otros pocos relatos acerca de la historia oficial de los panas. Hay que decir que el proyecto era prometedor, porque incluía varias categorías que aglomeraban los intereses de la mayoría de nosotros. Había un espacio dedicado a la literatura y otro a la música y en el futuro se podrían haber abierto otros espacios para otros temas. Existía un pasadizo especialmente interesante en nuestra página web: el personaje de la semana. En esta propuesta se escogía un miembro de "las locas" y se le dedicaba una corta biografía desde un ángulo muy particular. El primer personaje de la semana fue el querido compañero Tucho ahí en Julio de 2004. También el Tucho es el vigente personaje de la semana más larga de la historia pues nuestro arquitecto virtual, el encargado del relato, del diseño, de la página en general, decidió otorgarle ese título de manera vitalicia. Por falta de tiempo o de recursos, o por falta de otras cosas, nadie le (cuando digo nadie me refiero al Ricardo, si a vos Ridosh) dedicó el tiempo a la página a la cual revisé hoy día y la descubrí detrás de polvo y de telarañas. Claro que la magia de la nostalgia estaba intacta, la carta del Rido es más pertinente que nunca y algunas fotos, como si se estuviera viendo una reliquia, desgarran la memoria, te llenan de luces la memoria. Han pasado los años, algunos me pasaron por encima o por abajo, otros me atravesaron por el pecho, fui varios, y varios me fueron en mi. Sufrí, me reí me enamoré, me fui a la B y di la vuelta en el Maracaná. Me pasaron un millon de cosas y seguro que a todos ustedes también les pasó, de varias de ellas fui privilegiado testigo, de otras un receptor remoto, y de otras tantas nada. Hoy, como dije, revisaba esa página web y caí en la cuenta de que es necesario crear siempre espacios donde pueda germinar y crecer un colectivo. Creo profundamente que esta forma de vida activa lo mejor que tenemos como individuos, porque solo dentro de una comunidad podemos trivializar las jerarquías y relacionarnos de maneras más verdaderas. A mi me nace esto en parte por esa antigua inspiración de jóvenes y también por una necesidad humana de expresarme. Creo que es indispensable mantener viva la comunidad que somos, todos aquellos a los que considero mis hermanos, de modo que me puse a pensar una manera en que podíamos tener un espacio común, una trinchera como diría el Rido, donde expongamos nuestras posiciones o ideas al respecto de asuntos que nos parezcan importantes. Exponerlos de una manera informal sin ataduras de forma, pero no por eso sin compromiso, al contrario, creo que es fundamental que dentro de un espacio común es necesario tirar ideas o reflexiones de manera seria. Tampoco tengo la voluntad de proponer un temario con items aceptables para el blog, sino, por el contrario, que el piso esté abierto para que consternaciones individuales puedan ventilarse aunque sea de a dos. Esta puede ser también una buena manera de ir consolidando algunas iniciativas que se han tenido en el pasado pero que por vagancia o algún otro impedimento ni siquiera tuvieron derecho a nacer. Por ejemplo yo le decía al Gato y al Peich que sería una buena idea hacer algo como un musical, porque creía que había escrito algo que se adaptaba a eso. Yo mismo cometí el error de quitarle continuidad al tema en mi cabeza, por suerte hoy, como un desempleado más de la república, puedo darle más tiempo a estas empresas.
Esta es mi propuesta compañeros, a estos 2800 metros que no son solo de locura, sino a veces de frío o de soledad y de tristeza, pero también de algarabía, de osadía y de delirios, en que cada quien pueda sentarse y escribir al respecto de algo que le interese contar o simplemente expresar, sacarse los demonios, seguro en mi tendrá un eco, no siempre una respuesta y espero que haya más comprometidos, con más ideas para el lugar, pues yo soy un tipo con poca imaginación y ando como en una cuerda floja cada vez que navego en estos territorios virtuales.
Por último quería inaugurar esta iniciativa subiendo un texto que he estado trabajando esta semana al respecto de Benedetti. Debo confesar que la muerte del compañero poeta tuvo una gran repercusión en mi, como seguro la tuvo en todos aquellos que alguna vez experimentaron y vivieron en su poesía o en sus relatos. La confesión iba por el lado de que esa necesidad de escribir, de decir lo que sentía, parecía no encontrar su sitio de descanso, o mejor dicho su salida hacia el universo, guardadas en el disco duro de la computadora son palabras sin sombra. En todo caso yo quería hacer esta propuesta de entrada de algún modo tratando de motivar a alguno que vivió cobijado con los versos del poeta mayor para que diga lo que tenga que decir de este triste acontecimiento. Esto no quiere decir que ningún otro texto de otro tema no va a ser incluido o va a ser despreciado, por el contrario existen varios asuntos que necesitan ser addreseados (perdon no se me ocurre otra palabra) como la vaina de la gripe porcina o la siempre divertida y novedosa situación política de nuestro país. Espero, de cualquier modo, que se suban a esta propuesta y que participemos todos activamente de algo así como una comunidad. La revolución debe empezar por algún lado, no?