lunes, 11 de octubre de 2010

El premio nietzsche de la paz

Hace un año exactamente escribí en este blog sobre el premio nobel entregado a Obama. Me reía y luego me dio miedo.

Ahora tengo pánico.

He hecho una investigación (en la medida de lo posible) más exhaustiva al respecto y he caído en este estado.

1 El nobel de literatura

Estaba un poco impaciente porque no entendía el premio a Vargas Llosa. Y estaba demasiado chuchaqui para entender el motivo de las reacciones. No porque sea un nobel literario y supuestamente mi tema es la literatura, especialmente la latinoamericana. Es porque estoy consciente de que no es un premio literario, sino político.

Estoy también consciente de que el peruano es un grandísimo escritor. Sobre todo "Conversación en la catedral" fue una novela importantísima para mi y, creo, para la lengua castellana. No escribo para decir que hubiera preferido que se lo den -antes que muriera- a Delibes el nobel, o a Goystisolo, que está vivo. Ni siquiera reclamo el nobel que no le dieron a Borges o a Vallejo. Tampoco quiero poner un grito en el cielo para que se lo den a Murakami, Marías o Dylan. Es sólo que me preocupa que el premio más político de todos se lo hayan dado a Vargas Llosa.

Qué quiere decir este nobel. Por qué no se lo dieran antes de "Las travesuras de la niña mala." O incluso antes, cuando era solo escritor y no uno de los más rancios y conservadores periodistas y voceros del nefasto neoliberalismo. Es un tackle contra quién. Por qué le perdonan cosas que no le perdonaron a Borges. Hay que ver a Vargas Llosa defendiendo la democracia y hacer lo que hizo en su campaña presidencial en el Perú. Es, para mí, un personaje político detestable, vocero del imperio, que desprecia los procesos de cambio en América Latina.

Pero esa es mi opinión, esa es mi opinión de Vargas Llosa. Lo que importa aquí es ver el peligro de ese nobel: la violencia cultural que propone.

Este nobel viene en el mismo año en que España gana un mundial de fútbol y está en la peor crisis laboral en mucho tiempo. Quién sino la academia española presionó para este nobel. Así como el presidente Salinas presionó para que le otorgaran a Paz el nobel hace dos décadas, en otro momento difícil para México.
Esta conseción, es más una complicidad. El nobel dirige las mareas de la cultura en occidente, eso lo sabemos. Si no fuera consciente de el alcance político de esto, por sensatez, no se lo deberían dar a Vargas Llosa. Sobre todo porque en los últimos años ha caído en la prudencia de dárselos a desconocidos. Si se lo dieron a Saramago en 98, fue para avisar que occidente no está en guerra contra el comunismo: aunque después la OTAN diera el golpe en los Balcanes. Qué presiones existen ahora para que se lo den a Vargas Llosa ahora, qué futuro están enmascarando, o qué presente en América Latina.
No entiendo por qué no se lo dieron a Fuentes, entonces, si el punto es enmascarar.

3 El nobel de la Paz

¿A un chino? Por primera vez en la historia. Y esto sumado al premio que le dieron a Obama. Si aquí no existe un criterio evidente por parte de la academia sueca, entonces donde lo encontramos.
Lo feo, es que la academia sueca siempre ha sido la encargada de legitimar a occidente en sus avanzadas bélicas sobre oriente como ejemplo de paz. Sino por qué la media docena de premios a las Naciones Unidas: a esa organización criminal.
La Agencia de Energía Atómica, la encargada de legalizar las armas nucelares, tiene su premio. Igual que la OIT: la organización criminal del trabajo. Falta que se lo den al FMI o a la OTAN.
Pero esto a mí me hace sentido porque se trata de un premio occidental, liberal. De todos modos la ONU fue la que secuestró la palabra paz en el léxico universal. Si en cualquier otro lado pronuncian la misma palabra, es terrorista, o insurrecta y merece ser aniquilado.

Pero, ¿a un chino?
Por qué?
Es el único chino importante en la historia, de el país más habitado del planeta. Por qué solo a chinos contra el régimen.

Es claro que están prescribiendo una visión hacia el régimen chino que es el que está dando de comer al munco. Régimen, que por otro lado no defiendo ni mucho menos, pero que no me parece menos brutal que el norteamericano. Y ambos no me parecen menos brutales que el nazi. Entonces por qué premian a un regimen criminal y no a otro ya que el nobel premia, con frecuencia, a criminales.

Quiero recordar que se lo dieron a Kissinger. Pero ahora descubrí que se lo dieron el 8 de octubre del 73: 28 días después de que mandara a asesinar a Allende en La Moneda e instalara el regimen de Pinochet.

Qué miedo, realmente.

Es claro que el nobel nos dice quienes son los buenos y quienes los malos. Beyond good and evil. Desde mañana lo voy a llamar el premio Nietzsche.

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